viernes, 23 de julio de 2010

El lujo es la compañía

A mí me gusta mucho mi trabajo, ¿para qué engañar? Claro que tiene inseguridades, momentos harto difíciles, en ocasiones, pero las ventajas superan en mucho a sus inconvenientes. Tengo la suerte de probar cosas que de no ser periodista raramente conocería. Tengo la suerte de conocer frecuentemente personas nuevas, y aunque no siempre son todas agradables, muchas veces coincides con gente con la que pasas ratos geniales sin apenas conocerte, y esto, te puede suceder todos los días. Ayer fue uno de esos días. Todo comenzó con la cita, acordada el día anterior, con una de las representantes de la agencia de comunicación que lleva estos asuntos a un céntrico hotel de Madrid (y dicho sea de paso, a toda la cadena). El objeto: conocer el restaurante SoMa (C/Goya, 79, telf. 91 436 45 48), situado en el hotel del mismo nombre, propiedad de la cadena Vincci. Llegué al lugar acompañada. En la recepción, una amabilísima señorita nos acompañó al restaurante, situado en la primera planta, en busca de la persona de la agencia. Todo empieza bien, la verdad, cuando la amabilidad supera con creces las propias expectativas. Localizamos enseguida a Irene, nuestra cicerone particular, gracias a Patricia, subdirectora del hotel, quien enseguida nos presentó a Miguel, director del mismo. Estos últimos no tenían planeado acompañarnos en la comida, pero fue tal el buen rollo que se desarrolló entre todos nosotros, que decidieron unirse al almuerzo, que transcurrió en un ambiente de buena conversación, y para qué negarlo, algunas, varias, risas.

La comida, excelente, a cargo de un joven cocinero catalán, Jorge Lacera*, curtido en los fogones de un restaurante familiar, y moldeado en lugares tan emblemáticos como el hotel Urban y el hotel Villareal, bajo la atenta mirada de Joaquín Felipe.



Jorge Lacera nos preparó con mimo y dedicación el menú que, a continuación, transcribo:

Licuado de piña y jengibre, pulpa de hinojo y dorada escabechada, plato armonizado con Aura, D.O. Rueda
Tomate marinado, agar de naranja y vinagreta de anchoa, plato armonizado con Aura, D.O. Rueda
Vieira con mojo picón y velo ibérico, armonizado con Mar de Frades , D.O. Rías Baixas
Escalope de Foie, crumble de pistacho, aire de almendra y emulsión de yogurt, maridado con Rosado chileno Santa Digna de bodegas Torres
Ventresca de atún, piña parrilla y agar de pimientos y tomate asado con granizado de jengibre, armonizado con Rosado chileno Santa Digna de Bodegas Torres
Lomo de avestruz, rúcula salteada con vinagreta de piñones y trufa, acompañado por un excelente Pétalos, mencía 100%, D.O. Bierzo
Helado de chocolate negro, tierra de cookies, aceite de oliva virgen extra y escamas de sal - Dulce Vi de Gel de la casa Gramona

No quisiera enrollarme describiendo platos: basta decir que estaban todos en su punto, elaborados a partir de una materia prima soberbia y con unas presentaciones perfectas.

Desde este blog recomiendo encarecidamente una visita a SoMa, un agradabilísimo y luminoso restaurante, con vistas a la calle Goya: por sus precios (de media, 30 euros), por su personal y por las exquisitas elaboraciones de Jorge Lacera. Y a los que les gusta el ambiente que frecuentan famosos cantantes, guionistas y directores de cine, tomad nota: SoMa es uno de esos lugares que algunos de ellos visitan.

Y volviendo al comienzo de este post, de nuevo proclamo lo mucho que me gusta mi trabajo porque si yo fuera contable, también podría haber ido a SoMa, pero en este caso nunca hubiera compartido mesa con Irene (encantadora y afable), Patricia (deliciosa y discreta) y Miguel (divertido y campechano). Y si fuera contable, Jorge Lacera jamás hubiera salido de su cocina a comentar conmigo los platos.

*Cosas de la vida. Leyendo hoy el currículum de Jorge he podido ver que estudió en el mismo instituto que yo. ¡Qué casualidad!

1 comentario:

  1. ¡Felicidades tito!

    Att: tu sobrina Alejandra Cruz Lacera

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